Ponemos rumbo a lo desconocido... bueno, en parte. Alguna cosa nueva descubrimos, pero hay otras que conocemos. Además... desde que existe internet, las aventuras no son como antes.
Descubrimos por internet un sitio que parece interesante, así que allá que nos vamos. Se trata del chiringuito que tiene montado un tal Harley, un tipo peculiar. O al menos, el personaje que tiene montado.
Esto antes debió ser una tienda o algo así. Ahora lo único que se vende aquí es el espectáculo de este hombre. No me malinterpreteis, me cae genial y es un tipo superagradable, que no deja de gritar "take all the photos you want" y "welcome to America". Posa para absolutamente cualquier foto que le pidas. Y si no se lo pides, el la organiza. En esta le pedí que posara con un retrato de él y su mujer en los tiempos de las fotos en blanco y negro.
Allí coincidimos con unos vascos geniales que volvieron desde Amarillo para ver este lugar. Valió la pena. Harley saca la guitarra y te monta un show en segundos. Eso sí, no empieza hasta que no está seguro de que todos los móviles están grabando.
Y es que Harley conoce, seguro, del poder de internet. Y sabe que a más fotos, más visitantes. Y eso significa más propinas.
Me cuesta decidirme si él es así o si vive (con muy buenos ingresos) de su personaje. No vive aquí, llega temprano en su coche y todo lo que te muestra es el escaparate. ¿Será así de verdad o es como aquellos amish de las tiendas?
Seguimls hasta la gasolinera más famosa de la ruta, Conoco Station. Si habéis visto Cars, os sonará. Un buen detalle es que tienen centro de información donde comprar una camiseta (¡como no!) y tomarte un buen café gratis.
Otra gasolinera típica (al menos para nosotros, ya veréis el post de Ingrid) es esta de Phillips 66. Muy fotogénica, aunque mirando alrededor está en un pueblo medio vacío y rodeado de talleres mecánicos o algo parecido.
Si te interesa la historia de la Mother Road y no sólo las atracciones turísticas "modernas", por el camino hay construcciones hechas con fines publicitarios interesantes de ver, como aquella botella de leche sobre un edificio, los rótulos de algunos hoteles... o este depósito inclinado. Se construyó así expresamente para llamar la atención y hacer publicidad, pero el centro de gravedad está bien colocado y es totalmente estable.
Llegamos al Bug Ranch, una suerte de crítica del Cadilla Ranch que a su vez es una crítica del consumismo. En la foto podéis ver los Volkswagen semienterrados a la izquierda, aunque a mí, fotográficamente, el que me gusta es el de la derecha, con la casa y el cartel de motel al fondo.
¡Y llegamos a Amarillo! En el coche suena (otra tradición) Amarillo by morning, de George Strait.
Es hora de comer y hemos conseguido cuadrarlo con nuestro paso por The Big Texan. La vaca de la entrada no deja duda de lo que hay que comer aquí: carne.
La decoración es... muy de aquí. Igual que la carne. Nos pedimos unos filetes sabrosísimos y un variadito de otras carnes (ribs, sausage y brisket) para probar un poquito de todo. Y todo está buenísimo.
Si vuelvo alguna vez por aquí, intentaré el reto de comer un montón de cosas (la principal es un filete de 2’5kg) en una hora. Si lo consigues, sale gratis.
Había dos personas intentándolo, que no lo consiguieron. Sobre ellos podéis ver los cronometeos que indican cuanto tiempo les queda. Cuando el de la derecha no pudo más (atención al cubo que tenía por si acaso la comida quería salir por donde había entrado), su amigo se puso a comerse lo que había dejado. Visto así, sale barato...
Para terminar el día, llegamos a Cadillac Ranch. Por suerte no llueve, pero hace mucho viento y muchísimo frio.
Hacemos alguna pintada con un spray que hemos comprado por menos de un dólar en el Walmart y como es tradición se lo damos a alguien al marchar para que pinte también.
Los coches cada vez tienen más pinturas y menos piezas... diría que a alguno le falta alguna puerta más...
Tenemos mucho frío y aún nos quedan kilómetros por conducir, así que seguimos en busca de ooootra tradición: walmart+wifi+booking+fideos instantáneos.
¡Hasta mañana!