30 Dallas - Fort Worth

Pocas fotos hoy, ya os lo adelanto. Cargar con la cámara cuesta...

Visitamos Dallas, donde hay una escultura, como no, la más grande del mundo de bronce. Que viene a ser como decir que soy el más guapo del mundo con barba y que vive en mi casa.

A lo que vamos, representa una manada de vacas cruzando el río.

A lo que veníamos aquí es a ver el museo del sexto piso, llamado así porque está en el sexto piso de ese edificio del fondo, desde cuya ventana de la esquina derecha (la ventana cuadrada, no la que es curva por arriba) dispararon a J.F. Kennedy. O eso dicen. Porque aquí a conspiraciones no les gana nadie. Que Elvis está vivo, que si no llegaron a la luna... El 25% de los norteamericanos cree que la Tierra es plana.

En fin, que en esa cruz que hay en la carretera es donde mataron a Kennedy.

Al lado está el Dallas Police Memorial, que me gusta por el concepto. Es un homenaje a los policías fallecidos en Dallas. Sobre la gran plancha horizontal están grabados (agujereados más bien) los números de placa de esos policías, de manera que no se ven, pero se proyectan en el suelo. Si hace sol, claro, porque como véis estaba nublado.

Terminamos el día en Fort Worth de nuevo. Y uno de los sitios que visitamos es White Elephant, un honky tonk más pequeñito y de mejor calidad, con música en vivo (como debe ser) y unas hamburguesas con una pinta regular y un sabor excepcional.

Hay una pequeña banda tocando (guitarra, contrabajo y armónica) que lo hacen muy bien. El de la armónica pasa de subir al escenario y está detrás nuestro tocando.

El techo está lleno de sombreros recubiertos de mierda hasta decir basta. No conocemos a ninguno de los dueños. En cambio, en una columna la gente firma sobre un billete de dólar y lo cuelga allí. Hay uno que nos resulta familiar, pues tiene la cara de Gabi y Paqui, unos buenos amigos que estuvieron por aquí hace unas semanas. ¡Nos vemos bailando!